Hoy escribo un artículo que me ha llevado su tiempo en poder hacerlo público, y más de algo me ha costado escribirlo, y me ha costado escribirlo porque he debido analizar cuidadosamente mis palabras para con ellas no ofender a las víctimas y los deudos de esas víctimas que la dictadura ocasionó.
Pero lo hago desde el convencimiento de una cruel dicotomía. Ha sido un Presidente de un conglomerado de derecha quien ha dado inicio en Chile a la real transición política. La transición en Chile no comenzó con las pueriles reformas constitucionales, ni los manipulados juicios a ciertos culpables de los crímenes cometidos por un sector de militares traidores y deshonestos. Esas fueron solamente pinceladas de efímera legalidad cómplice de la dictadura.
Que motivos reales llevaron al Presidente Piñera a cerrar el complejo Cordillera? Quizás nunca lo sepamos, o simplemente ha sido una maniobra política para intentar llevar a la presidencia de Chile otro candidato afín a los interese de esa derecha. o quizás nunca sepamos la razón de esta medida, a días de dejar el poder. Pero la ciudadanía ha recibido esta medida con alegría, ya que abre definitivamente las puertas para que el futuro gobierno ( que confiemos sea Marcel ) pueda profundizar por el camino de terminar definitivamente con las prebendas y status de presos privilegiados, a quienes cometieron todo tipo de atrocidades contra un pueblo vulnerado en todos sus derechos.
Ya las FF.AA chilenas deben de haber recibido hace mucho el mensaje. El poder envilece y corrompe a quien lo ejercita sin control. Tarde o temprano terminarán frente a un Juez para responder por sus delitos. El daño mayor sin duda, es el que se auto ocasionan a sí mismas esas FF.AA, que acabarán siendo vilipendiadas, odiadas y semi destruidas por la ambición de un posible nuevo germen de dictador.
Lo cierto e innegable, es que ha sido un representante de esa derecha gestadora del Golpe de Estado quien ha dado un paso realmente importante para comenzar a andar la huella de la reconciliación. El Presidente Piñera hizo lo que no hicieron en más de veinte años, diferentes gobiernos supuestamente progresistas. Una lección a no olvidar, este gesto del Presidente Piñera es un gesto a no olvidar, cualquiera sean los motivos que se esconden detrás del mismo.
Cosas quedan por hacer para avanzar realmente por los tortuosos caminos de la transición y la reconciliación de los chilenos. El nuevo gobierno que devenga de las urnas en Noviembre próximo deberá asumir la tarea de hacer realidad un Chile donde los criminales estén donde deben de estar... En una cárcel pública.
Cosas pendientes que el futuro gobierno debe de solucionar, y así dar por terminada la transición son :
Ordenar que aquellos militares que poseen información, la entreguen, para ir en busca de esa verdad que sistemáticamente se nos ha negado.
Abolir definitivamente la corrupta herencia legal heredada del dictador, que aún gobierna y dirige el diario quehacer de los chilenos. Llamando a una Asamblea Constituyente.
Que los Tribunales de Justicia asuman el rol para el que fueron creados, haciendo real justicia donde haya que hacerla.
Degradar y en muchos casos eliminar de las filas del ejército a quienes violaron los derechos humanos, cometiendo crímenes de lesa humanidad, al mismo tiempo reivindicar la lealtad y el honor de quienes fueron marginados arbitrariamente de las filas militares, muchos de ellos torturados y asesinados, sólo por negarse a ser parte de aquella aventura golpista.
Reivindicar la memoria y el honor de los miles de presas y presos políticos, de los miles de torturados y torturadas, reivindicar el honor y la memoria de los desaparecidos y desaparecidas, en sumarios de cuatro paredes, e ilegales en los que fueron condenados a dedo y capricho de quienes en ese momento detentaban el poder para hacerlo.
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